martes, 24 de febrero de 2009

Factores Asociados a su aparición y soluciones


Son diversas las variables que influyen en la aparición de la maternidad y paternidad
en la adolescencia, resultando difícil desvincular una de otra. Sin embargo, pueden
agruparse en tres categorías: factores internos o propios de la persona adolescente y
factores externos o del contexto en el que se desenvuelve.
Entre los factores internos destacan:
• Inicio de la actividad sexual sin contar con información y recursos preventivos a su
alcance; resistencia al uso de los métodos anticonceptivos; sentimiento de
omnipotencia característico de la adolescencia: “a mí no me pasa lo que le pasó a mi
amiga/o”; carencia de interés en la escuela, familia o actividades comunitarias; escape
de grupos familiares disfuncionales (con problemas); influencia del alcohol y otras
drogas, que limitan el control de los impulsos; inexistencia de un proyecto de vida;
percepción de pocas o ninguna oportunidad para el éxito y falta de expectativas
diferentes a la maternidad; cumplimiento de asignaciones de género construidas en su
contexto, “como la necesidad de tener hijos para probar la feminidad o de probar la
virilidad a través de la iniciación sexual y la procreación”; vivir en comunidades (como
el medio rural) o escuelas donde los embarazos tempranos son comunes y se
consideran como algo natural; crecer en condiciones empobrecidas; ser hija de madre
adolescente.



  • Factores externos (contexto, cultura): Escasos o inadecuados programas de educación
    sexual; insuficientes servicios de orientación y atención en salud del adolescente;
    mitos y estigmas acerca del uso de anticonceptivos; poca o ausente oferta de
    métodos anticonceptivos; asignaciones de género fundamentadas en un rol femenino
    de dependencia y servicio a los hombres (incluso en el plano sexual) y centrado en la
    reproducción y en las funciones domésticas; estimulación del contexto para tener
    relaciones sexuales, especialmente por parte de los medios de comunicación
    (televisión, cine, música, videos, revistas...), de los pares o compañeros y de los
    modelos culturales predominantes; presiones, acoso sexual o amenazas de abandono
    por parte del hombre; violación sexual.
    El enfrentamiento del problema requiere respuestas concatenadas que incluyan
    educación de la sexualidad en la familia, la escuela y la comunidad. Fuera del sector
    formal de educación, los medios de comunicación representan un valioso espacio para
    la transmisión de mensajes educativos y formativos. En todos los contextos, la
    recodificación de los patrones de género será una estrategia clave para el logro de la
    igualdad en responsabilidades y derechos por parte de los hombres y las mujeres.
    La estrategia educativa resulta incompleta si no se dispone de servicios de orientación
    y salud del adolescente, acorde con sus necesidades y características, provistos de
    personal debidamente entrenado para preservar respeto y privacidad a los usuarios.
    (Maddaleno, Cerruti, Krauskof),

Perspectivas y Análisis del Problema


Los adolescentes llegan a ser fértiles aproximadamente 4 ó 5 años antes de ser
emocionalmente maduros y muchos se inician sexualmente antes de los 18 años8, y de
contraer matrimonio9. En América Latina y en Venezuela, la edad modal de la primera
relación sexual ocurre alrededor de los 15 años, para los varones y un poco más tarde
para las adolescentes. El inicio de la actividad sexual sin una adecuada educación
sexual y sin los servicios de apoyo de orientación y salud adecuados para este grupo
poblacional, propicia comportamientos de riesgo que pueden acarrear embarazos no
deseados o no planificados.
El embarazo en la adolescencia no sólo representa un problema de salud, también tiene
una repercusión en el área social y económica, dado que implica menores oportunidades
educativas o el abandono total de los estudios por parte de la madre adolescente, lo
que incide en el incremento de la exclusión y de las desigualdades de género,
coadyuvando en el fortalecimiento del círculo de la pobreza10. El UNFPA señala cuatro
aspectos que expresan los impactos de la maternidad temprana:
Riesgo de muerte y enfermedad, sobre todo para las niñas de 10 a 14 años de edad,
quienes tienen cinco veces mayores probabilidades de morir a causa del embarazo o el
parto que las mujeres de 20 a 24 años11.
Oportunidades perdidas: Las madres adolescentes tienen más probabilidades de
abandonar los estudios secundarios, lo que menoscaba sus posibilidades de participar
plenamente en la sociedad, tener ingresos, cuidarse a sí mismas y cuidar a sus hijos.
Estos factores la convierten en una consecuencia de la pobreza y puede acentuarla.
Además se convierte en un factor de transmisión de la pobreza de una generación a
otra, sumando obstáculos para la movilidad social de esa generación y de la siguiente,
profundizando la pobreza.
Más hijos: El inicio temprano de la maternidad aumenta la probabilidad de tener más
hijos que las mujeres que comienzan a procrear más tarde. Esto influye en el tamaño
de las familias y en el total de la población mundial. Así, si en vez de 18 años se
aumentar a 23 años la edad de la madre en su primer alumbramiento, podría reducirse
el impulso demográfico en más del 40%.
Más abortos: A escala mundial, al menos uno de cada diez abortos ocurre entre
jóvenes de 15 a 19 años de edad. En este grupo de edades, más de 4,4 millones de
jóvenes se someten cada año a abortos, un 40% de los cuales se realizan en malas
condiciones, comprometiendo la salud y la vida de la joven. Esto obedece a que muchos
embarazos de adolescentes no son planificados ni deseados, como lo reportan estudios
en América Latina (en Brasil 50 por ciento de los nacimientos de mujeres entre 15 y
19 años no son planificados; en Jamaica, casi 45 por ciento de las jóvenes de entre 15
y 24 años había estado embarazadas alguna vez y habían interrumpido la gestación.12.
También la salud de los bebés puede verse afectada: los hijos de madres adolescentes
tienen de 2 a 6 veces más probabilidades de tener hijos con bajo peso al nacer que las
madres de 20 años o más.

consecuencias del embarazo precoz


La madre, puede padecer de anemia, y complicaciones a la hora del parto. Los bebes de las mamás adolescentes, tienen un alto riesgo de mortalidad y pueden desarrollar mal formaciones, tanto a nivel físico, como así también congénitas. El bebé, puede padecer; de ceguera, parálisis cerebral, problemas en su desarrollo y aún de retraso mental. Para evitar, este tipo de embarazo, es fundamental el apoyo de la familia hacia el adolescente, ya sea varón o niña. Es importante la comunicación y que se le brinde al adolescente toda la información necesaria, para prevenir una posible situación de embarazo precoz. Deben existir, en los centros de estudio, proyectos y planes, para acercar al adolescente, a esta temática.

viernes, 20 de febrero de 2009

El Embarazo Precoz


El Embarazo en la adolescencia constituye un problema social, económico y de salud pública de considerable magnitud, que últimamente se ha expandido considerablemente en nuestro país. El embarazo precoz, es considerado, un problema de máxima prioridad para la salud publica. Se debe al alto riesgo de mortalidad, que suelen presentar, este tipo de embarazo. Ya que los bebés, presentan bajo peso al nacer, suelen ser prematuros, y existe un alto riesgo de vida, en la madre.

Las dificultades, a las cuales, se enfrenta la madre adolescente, son varias, ya que aún la sociedad sigue condenando “ estas conductas”, si bien hoy en día los jóvenes encuentran una mayor aceptación por parte de la sociedad para ser activos sexualmente, un embarazo precoz, aún sigue siendo condenado.